domingo, 6 de octubre de 2013

DeepFlight Super Falcon: el nuevo juguete de los super-ricos

No contentos con superyates y aviones privados, los personajes más ricos están dirigiendo su atención a los aviones que vuelan bajo el agua.


Los multimillonarios que se agolpaban en el "Monaco Yacht Show" la semana pasada querían ver algo más que el superyate de Rupert Murdoch, el "Rosehearty" de 29,7 Millones de Dólares, y que recientemente se puso a la venta.

Pero encontraron un nuevo gadget para jugar: el avión submarino DeepFlight Super Falcon.

El fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, compró uno el mes pasado a un precio de 1,7 Millones de Dólares (unos 1,25 Millones de Euros).

Su diseñador es el ingeniero naval londinense Graham Hawkes, creador de sumergibles que parecen provenir directamente de una película de James Bond.
De hecho, uno de sus diseños, "la Mantis", fue utilizado en "Sólo para sus ojos".

Antes de darse cuenta de que era capaz de desarrollar tecnología para "volar" bajo el agua, Hawkes construía originalmente lo que el mismo describe como sumergibles "normales", destinados a la industria militar y del petróleo.

Con una envergadura 8,8 metros de ancho y capaz de sumergirse hasta una profundidad de 487 metros, el Super Falcon puede 'volar' bajo el agua con un movimiento similar al de un submarino tradicional.


El aparato es capaz de conservar la flotabilidad positiva, a pesar de viajar en profundidad, y a una velocidad de cuatro a cinco nudos.

Si los motores están apagados o se detienen, simplemente flota de regreso a la superficie.

Hawkes dice que a diferencia de los submarinos más convencionales con el Super Falcon es la suavidad en la navegación, lo que provoca la atracción de la vida marina en lugar de ahuyentarla.

El "Monaco Yacht Show" ha sido el primer salón internacional en el que se ha comercializado el Super Falcon, despertando un considerable interés entre compradores potenciales.

Para aquellos que no disponen de suficiente liquidez, el Super Falcon se alquila al precio de 10.000 Dólares al día.

El Super Falcon precisa de dos tripulantes, aunque hay posibilidad de incorporar un tercero.


El programa de tres días de formación de pilotos tiene un coste de 15.000 dólares y es Hawkes mismo quien emite los certificados.


Hawkes sabe que hay ciertos riesgos.

"Cuando haces las cosas por primera vez nadie puede prever lo que va a suceder realmente."

El vehículo está equipado con "bolsas de gas" de emergencia para poder regresar a la superficie rápidamente.
Cuenta con un sistema de apoyo vital de 24 horas, a pesar de que las baterías del aparato sólo disponen de energía para unas ocho horas.



Vía: Wikipedia, The PresurferThe Telegraph

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